Pasados unos días de la procesión Magna Jubilar Egabrense es momento de hacer balance y recordar lo que dió de sí una jornada histórica, la del 19 de septiembre.
Tras una mañana incesante en la que Parroquias y Capillas de Cabra se encontraban abiertas para el disfrute de todos los cofrades que estuvieron en nuestra ciudad, mostrando el gran patrimonio de nuestras cofradías, eran las 17,15 horas de la tarde cuando el portón del Convento de las Agustinas se abría para dar paso al cortejo de nuestra Hermandad, después de realizar unas oraciones previas junto a las Madres Agustinas.
A partir de este momento, todo lo que aconteció en esta jornada tuvo un carácter muy especial. Muchos fueron los momentos que quedarán para el recuerdo.
Tras una gran puesta en la calle de nuestra hermandad, a su paso por su Barrio de San Agustín, presidido por un elegante cortejo y acompañada musicalmente por la BCT «Monte Calvario» de Martos que nos deleitó con unas interpretaciones excelentes, se hacía entrada en el Acto a las 19,30 horas aproximadamente, donde se esperó al resto de Hermandades participantes.
Alrededor de las 21,30 horas daba comienzo el acto, y tras el paso de los hermanos mayores de las Hermandades participantes en la Magna Jubilar Egabrense y la presentación de la Virgen del Socorro, daba comienzo la presentación de Nuestro Señor ante su bendita Madre la Virgen de la Sierra. Un momento que quedará grabado en la memoria de todos nuestros hermanos y por el que todos estos meses de trabajo y preparación han merecido la pena. La Virgen se encontraba presentada en un precioso altar en la puerta barroca de la Parroquia de la Asunción y Ángeles, ataviada con el manto rojo bordado, precisamente por las Madres Agustinas, en sus andas de plata del «Día 8» y acompañada de las imágenes de San Rodrigo Mártir y el Rey San Fernando. La comitiva presidida por el Obispo de Córdoba D. Demetrio Fernández y autoridades locales, los más de 500 espectadores, los medios de comunicación allí concentrados y nuestros hermanos, fueron testigos de este emotivo momento en el que la imagen de Nuestro Padre Jesús en Su Entrada en Jerusalén y la de nuestra patrona la Virgen de la Sierra se enfrentaron cara a cara, rindiéndole homenaje por su Año Jubilar, cumpliéndose un momento soñado.
La procesión fue histórica para nuestra Hermandad, no solo por este momento, en ella el Señor, ataviado con su nueva túnica y mantolín, volvía a verse por las calles de Cabra en horario nocturno, algo que no ocurría desde hace muchos años y que seguramente tardará en volverse a repetir, al igual que su paso por el Barrio de la Villa de donde salía en antaño.
Desde aquí nuestro agradecimiento a las Hermandades que comparten con nosotros Sede Parroquial en el Convento de las Madres Agustinas, la Hermandad de la Virgen de las Angustias y la Hermandad del Cristo del Perdón, por su recibimiento en la salida del Señor y los dos preciosos ramos de flores que ofrecieron a nuestro titular. Al igual que no podemos olvidarnos del recibimiento en la Iglesia de San Juan de Dios, de las Hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores, agradeciendo también la ofrenda a Nuestro Señor. Igualmente, nuestro agradecimiento a la BCT «Monte Calvario», la cuál recibió un detalle en recuerdo de este histórico día y en agradecimiento por su interpretación durante la procesión magna.
Por último no podíamos olvidarnos de la Real Archicofradía de María Stma. de la Sierra a la cual agradecemos, no sólo el detalle que tuvieron entregándonos el broche de oro con el escudo de la Archicofradía, si no su duro trabajo durante este Año Jubilar y su disposición por que la Magna Jubilar Egabrense se hiciera realidad, junto al trabajo de la comisión organizadora del evento y la Agrupación General de Hermandades y Cofradías de Cabra.
Desde este momento toca trabajar y pensar en un nuevo Domingo de Ramos que se encuentra a la vuelta de la esquina, meses en los que estaremos acompañados de los grandes recuerdos que nos dejó la Magna Jubilar Egabrense.
¡Viva María Santísima de la Sierra! y ¡Viva Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén!